Javier Bódalo, actor de 'Los Serrano', confiesa que sufrió en la vida real el acoso de su personaje en la serie: "Me pegaban y me insultaban"

El actor relata que sus agresores le "insultaban" en base a lo que sufría su personaje en la serie
Acosadores arrepentidos y víctimas del bullying intercambian serias confesiones: "Tuve la oportunidad de disculparme con las personas"
Javier Bódalo, el actor que encarnó a Diez en 'Los Serrano', ha hablado del caso de 'bullying' que sufrió en su adolescencia. El personaje que recreaba era objeto de burlas y humillaciones. Pero en la vida real, el madrileño también debía enfrentarse al monstruo del acoso escolar, por el que miles de personas ya se han manifestado tras el caso de Sandra Peña.
"Lo que me hacían en un capítulo llegaba y me lo hacían al día siguiente, cuando se emitía", asegura en 'Código 10'. Javier Bódalo relata que los problemas llegaron cuando pasó a secundaria y comenzó a trabajar en la mítica serie de televisión. "Lo cogieron como costumbre", afirma. El actor confiesa que sufría "collejas" e "insultos" en el instituto. "Así todos los días hasta tercero de la ESO que decidí denunciar. Se enteraron mis padres y acabaron poniéndole trabajos sociales a los acosadores", señala.
"Me hacían lo mismo": Sufrió en la vida real las burlas ficticias
En muchos casos, los acosados denuncian que existen muy pocos esfuerzos para frenar el 'bullying'. "Mi padre fue a hablar con la directora y lo que dijo que era mi problema y me cambiaron de instituto", lamenta Javier Bódalo. Según explica, los directivos del centro decidieron "echarle" a él "para quitarse 'el marrón' de encima".
El actor asegura que varios de sus compañeros de colegio copiaban lo que le hacían los compañeros de Diez, el personaje ficticio. "En 'Los Serrano' me metían al baño Guille, Boliche y Mustafa y me ponían una escobilla en la boca y luego en el instituto cuando se emitía eso les parecía gracioso y me hacían lo mismo", relata. "Me pegaban y me insultaban", agrega
"Tú lees el guion, es tu trabajo lo haces porque te gusta. Pero termina siendo un suplicio porque terminas leyendo algo que sabes que te va a pasar", apostilla.

