Salud

Dormir con el ventilador encendido toda la noche: ¿es bueno o malo para la salud?

Conviene evitar la corriente directa y programarlo
Conviene evitar la corriente directa y programarlo. Pixabay
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En los meses de verano, dormir bien es un reto para millones de personas. Las noches de calor, sobre todo las que el termómetro no baja de los 20ºC, son cada vez más frecuentes en muchas ciudades españolas, en especial en el sur y el interior peninsular. Ante esta situación, el ventilador se presenta como una de las soluciones más populares y asequibles para poder dormir. Pero, ¿es saludable dormir con el ventilador encendido durante toda la noche?

Mientras algunos defienden su utilización como una alternativa segura al aire acondicionado, otros advierten de que puede tener efectos negativos sobre la salud respiratoria, muscular e incluso, en la calidad del sueño. En este artículo, analizaremos cuáles son los beneficios y riesgos de dormir toda la noche con el ventilador encendido.

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Beneficios de dormir con el ventilador encendido

Durante el verano, el ventilador es un recurso habitual en los dormitorios de las ciudades más cálidas del país. No enfría el aire como lo haría un aparato de aire acondicionado, pero sí que genera una corriente que facilita la evaporación del sudor y ayuda al cuerpo a regular su temperatura. Este efecto puede ser suficiente para muchas personas a la hora de conciliar el sueño durante una noche calurosa.

Una de las principales ventajas que tiene el ventilador es su bajo consumo energético. Según datos de la OCU, un ventilador convencional de 50W puede consumir en torno a 0,168 kWh si se mantiene encendido durante toda la noche. Esto se traduce a menos de 0,03€ por noche, frente a los más de 0,30€ que puede llegar a consumir un aire acondicionado en el mismo periodo de tiempo.

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Además, muchas personas encuentran que el ventilador incluso mejora indirectamente la calidad del sueño debido al “ruido blanco” que genera el aparato. Se trata de un ruido constante y suave, que puede actuar como barrera sonora frente a ruidos molestos del exterior como los coches. De hecho, algunos estudios respaldan que el uso de este tipo de ruido puede favorecer un sueño más profundo y estable, sobre todo para aquellos que son más sensibles a los ruidos durante la noche.

Riesgos potenciales del uso del ventilador

Aunque los beneficios del ventilador son muy evidentes, algunos expertos advierten de que su uso continuado durante toda la noche también conlleva efectos adversos para la salud si no se toman las precauciones adecuadas. El principal riesgo está relacionado con la sequedad que puede provocar el flujo constante de aire sobre el cuerpo. Dormir con el ventilador apuntando directamente a la cara puede hacer que las vías respiratorias se resequen, generando molestias en la garganta, congestión nasal o tos.

Esta deshidratación ambiental también puede afectar a la piel y a los ojos. Algunas personas pueden notar sequedad ocular al despertarse, sobre todo si duermen con los párpados ligeramente abiertos o si padecen de ojo seco. En cuanto a la piel, la exposición constante a la corriente de aire puede producir irritación o sensación de tirantez, esto se puede dar más en personas mayores o con afecciones dermatológicas graves.

Otro problema muy frecuente es el agravamiento de alergias respiratorias. El ventilador no es capaz de filtrar el aire, solo lo mueve. Esto quiere decir que puede mantener en suspensión partículas de polvo, polen, ácaros y caspa de mascotas, haciendo más fácil su inhalación. Esto puede afectar en especial a personas con asma, rinitis alérgica o bronquitis crónica.

También habría que considerar las molestias musculares. Dormir con una corriente directa de aire frío puede generar tensiones musculares, rigidez o incluso contracturas, sobre todo en el cuello, hombros y espalda. Esto se debe a que la exposición prolongada al aire frío mientras dormimos puede alterar la circulación sanguínea en los músculos y favorecer inflamaciones locales.

Cómo utilizar el ventilador de manera saludable

Dormir con el ventilador encendido no tiene por qué ser perjudicial si se utiliza de manera adecuada. Los expertos en salud recomiendan seguir una serie de pautas que ayudan a minimizar los efectos negativos y aprovechar sus beneficios sin los riesgos que conlleva su uso.

Evitar la corriente directa sobre el cuerpo

Lo ideal es colocar el ventilador en un punto de la habitación donde el aire no de directamente sobre nadie. Para evitarlo, se puede orientar hacia el techo o una pared para crear una circulación de aire más difusa. Si el ventilador tiene modo oscilante, lo mejor es activarlo para que la corriente no sea constante siempre en una misma zona.

Usar temporizador o apagarlo durante la madrugada

Muchos modelos de ventilador incluyen temporizador integrado. Si lo tiene, lo mejor es programarlo para que funcione solo durante las primeras horas de la noche, cuando el cuerpo necesita ayuda para bajar su temperatura. Cuando la noche avanza, la temperatura exterior baja ligeramente y el ventilador puede dejar de ser necesario.

Mantener el dormitorio limpio y ventilado

Aspirar casi a diario, utilizar fundas antiácaros y mantener las ventanas cerradas durante el día, son algunas de las medidas fundamentales si se tienen alergias. Limpiar el ventilador de manera frecuente también es esencial para que no se acumule polvo en las aspas.

Hidratar el ambiente y el cuerpo

Si el ambiente es muy seco, se puede colocar un recipiente con agua en la habitación o utilizar un humidificador. También es fundamental mantenerse bien hidratado durante el día y antes de acostarse. Dormir con un vaso o una botella de agua en la mesilla puede ser una buena idea en caso de despertar con la garganta seca.