Los ‘chalecos amarillos’ ponen contra las cuerdas a Macron en Francia

Las protestas de los ‘chalecos amarillos’ continúan a pesar de que el gobierno francés ha reculado esta semana retirando o aparcando medidas como la que levantó esta ola de indignación: la subida de carburantes.Una crisis que ha puesto contra las cuerdas a Macron.

En apenas año y medio, esta aclamación: ¡Macron president! se ha transformado en un grito que recorre toda Francia: ¡Macron dimisión!

Era la gran esperanza para regenerar la política con el 66 por ciento del voto en segunda vuelta de las elecciones. Prometió dar amor y lo que ha cosechado es cólera, indignación que incendia el país.

No sólo la calle se le ha vuelto en contra: también el parlamento y toda la oposición. El próximo lunes la izquierda presentará una moción de censura contra él basándose en que rechazan los recortes.

Macron, contra las cuerdas. Se le pide más gasto público con menos impuestos. De momento, ha retirado el de los carburantes, pero nadie se conforma.

Su popularidad, por los suelos: apenas un 23 por ciento. No ha ayudado su falta de tacto: a un agricultor en paro le aseguró que con cruzar la calle, le encontraría trabajo. A un adolescente que osó llamarle Manu le exigió dirigirse a él como señor presidente.

Chalecos amarillos, ganaderos, estudiantes le acusan de haberles empobrecido, de beneficiar a los ricos. No le perdonan la supresión del impuesto a las grandes fortunas. Tras las protestas, el Gobierno ni siquiera descarta ahora recuperarlo. Gestos para calmar a una Francia en pie de guerra.