El fiscal general del Estado defiende su inocencia durante la apertura del año judicial: "Creo en la Justicia y en la verdad"
El fiscal general ha hecho un llamamiento para reclamar el máximo respeto a la función de la Fiscalía
García Ortiz es procesado por la filtración del correo de la pareja de Ayuso pero sigue con el respaldo del Gobierno
La apertura del año judicial ha estado marcada por la presencia del fiscal general del Estado procesado y la ausencia del líder del Partido Popular, partido que presionó para que Álvaro García Ortiz no acudiese al evento. Según informa Isabel Sanz, ha sido un acto de alta tensión pero se ha realizado siguiendo estrictamente el protocolo. Tan solo se ha roto con unos aplausos durante los dos discursos que se han pronunciado.
Álvaro García Ortiz no ha tardado más de un minuto en afrontar el asunto de su procesamiento. Y lo ha hecho para defender su presencia en este acto, el trabajo de la Fiscalía y para manifestar su fe en la Justicia, en la independencia del poder judicial y en la verdad.
"Si estoy aquí, como fiscal general del Estado, es porque creo en la Justicia", confiesa García Ortiz
Nada más comenzar el acto, ha intervenido el fiscal general del Estado. La expectación era máxima por lo que diría en su discurso y por si hacía mención a su procesamiento. "Respeto todas las opiniones que sobre el particular puedan manifestarse y solo haré una mención al respecto en este discurso. Si estoy aquí, como fiscal general del Estado, es porque creo en la Justicia y en las instituciones que la conforman. Creo en el Estado de Derecho, en la independencia del Poder Judicial, en los principios de legalidad e imparcialidad. Y, por supuesto, también en la verdad", ha afirmado.
Imagen simbólica con Álvaro García Ortiz, arropado por el ministro de Justicia, José Luis Bolaños, antes de su discurso. El fiscal general ha reconocido que es consciente de su situación procesal, ya que se encuentra a un paso de ser juzgado en el Supremo por la presunta revelación de secretos contra Alberto González Amador. Lo han escuchado personas como Andrés Martínez Arrieta, el magistrado del Supremo que le va a juzgar.
Isabel Perelló destaca la necesidad de confiar en la Justicia
García Ortiz ha hecho un llamamiento para “reclamar el máximo respeto a la función de la Fiscalía española y al trabajo de todos los fiscales”. "Una institución enérgica, activa, que no sucumbe ante los embates o ataques de los delincuentes", ha afirmado. Así, ha dedicado parte de su discurso a celebrar “las iniciativas y proyectos legislativos desplegados para fortalecer y modernizar la Justicia española”. “También los tan reclamados y ansiados proyectos que se encuentran en ciernes", ha resaltado.
Al terminar el discurso, se han escuchado aplausos tímidos que ya se escucharon el año pasado. En el turno de la presidenta del Supremo, Isabel Perelló, ha lanzado el mensaje después de las palabras del presidente del Gobierno sobre los jueces bajo la atenta mirada del ministro de Justicia. Perelló ha recalcado que “la confianza y la credibilidad en la Justicia son un bien común que debe ser preservado porque de ellas depende la fortaleza misma de nuestro Estado de Derecho".
“No es propio del Poder Judicial entrar en polémicas ni en críticas", reconoce Perelló
“Resultan totalmente inoportunas y rechazables las insistentes descalificaciones a la Justicia, provenientes de los poderes públicos", ha declarado. Perelló ha apuntado que “tal forma de proceder socava de forma directa la confianza en la Justicia al tratar de influir negativamente en la consideración ciudadana de los jueces”.
Después, ha mandado otro mensaje en la dirección opuesta: “No es propio del Poder Judicial entrar en polémicas ni en críticas a personas ni a instituciones”. "La sociedad no merece que los poderes públicos entren en descalificaciones ni en reproches mutuos, sino que las instituciones funcionen con normalidad y que actúen al servicio de los ciudadanos, y con respeto y lealtad a las otras. Y así lo hará el Poder Judicial", ha enfatizado. Y ha terminado aplaudida en un acto marcado por la tensión que recae sobre Álvaro García Ortiz.
