El relato de Araceli, encerrada en una tumba a 3 metros de profundidad por su compañero de trabajo: "¡A ver cuánto aguantas ahí!"

El relato de Araceli, encerrada en una tumba por su compañero de trabajo: "¡A ver cuánto aguantas ahí!"
Araceli, víctima de su compañero de trabajo. cuatro.com
  • Un compañero de trabajo de Araceli la encerró en un pateón a 3 metros de profundidad durante 20 minutos

  • "Es una persona muy misógina, nos decía que solo valíamos para fregar y para f***, y que le quitábamos el puesto de trabajo a hombres y padres de familia", afirmaba Araceli

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Una mujer que trabaja en un cementerio en Langreo, Asturias, ha sido 'enterrada viva' por su compañero de trabajo. Este hombre hacía la vida imposible a esta mujer a diario, ya que no quería a mujeres trabajando con él, hasta que ha ido más allá y enterraba a esta mujer en una tumba a tres metros de profundidad en un panteón, sola y sin escaleras para poder salir.

Este suceso afecta a la mujer física y moralmente y decide denunciarlo. Por este hecho, el atacante ha sido condenado a 9 meses de prisión y a indemnizar a la víctima con 3.000 euros.

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El programa ha conectado con Araceli, la víctima de este sorprendente suceso y nos ha relatado cómo fueron los hechos y lo que sufría a diario con los ataques de este compañero de trabajo. Comenzaba explicando, que la relación de trabajo con él era imposible y decía: "Nos trataba mal a todas en general pero en el último tiempo se ensañó más conmigo".

"Es una persona muy misógina, nos decía que solo valíamos para fregar y para f***, y que le quitábamos el puesto de trabajo a hombres y padres de familia", afirmaba Araceli.

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Además, asegura, que estos insultos los lleva recibiendo desde el primer día que empezó a trabajar ahí y añadía: "Hubo compañeros que le avisaron de que se estaba pasando pero es un chico muy prepotente y consiguió que otros compañeros se unieran a él".

Respecto al día que la deja encerrada en una tumba, explicaba: "Íbamos a realizar un entierro los dos, yo bajé a la tumba y cuando le pedí las herramientas que necesitaba, me quitó la escalera y me dijo: "Ahí te quedas, a ver cuánto aguantas ahí".