El proyecto de la escuela está en la cuerda floja: alguien ha roto la mochila del equipo en la que guardaban un ordenador y se ha llevado los más de 1.000 euros que les quedaban para acabar el colegio. Esta situación hizo perder los nervios a José Antonio Ruiz: “Tócate los h*****. Al final así no la vamos a construir nunca. A no tenemos dinero. Nos extorsionan, nos roban, no nos traen la arena ni las piedras,… ¿Cómo vamos a terminar? Me quiero ir a casa ya”.
Al día siguiente del robo nadie parecía saber nada y al equipo le pudo la impotencia. “¿Qué hago, voy casa por casa a ver quién tiene el dinero?”, decía José Antonio. Ya no les quedaba presupuesto para seguir con la obra, pero las cosas se torcieron aún más: una enorme tormenta les hizo perder un día entero y destrozó los tejados y muchas de las maderas de la estructura de la escuela. Pero no hay dinero para arreglarlo.
No es que ya se haya agotado el presupuesto, es que el proyecto está en números rojos. Deben casi 6.000 euros de la compra de la madera para hacer el tejado y los pupitres, de la factura de la reparación del coche de Paul y de los arreglos que requiere el camión, que hacía pocos días se había quedado encallado en el río.
Después de todo esto, José Antonio llegó a la peor conclusión de todas: “Es imposible terminar la escuela”. ¿Conseguirán salir adelante?