Steisy: "Mi relación con Ángel es nula, no me ha gustado su forma de hacer las cosas"
Cuando me dijeron que iba a ser una de las nuevas tronistas me puse a chillar. En ese momento no sabía qué hacer, ni qué decir. De hecho, todavía lo sigo procesando.
En mi nueva etapa como tronista busco a personas verdaderas, no a chicos que vengan a engañarme por muy guapos que sean. A mí un físico bonito me encanta pero si no me dan más lo dejo. Además yo tengo la suficiente sangre fría como para estando enamorada de una persona, si esa persona no me conviene, no me hace sentir segura o no me da confianza, soy capaz de dejarla. Quiero personas auténticas para tener una relación duradera. Un hombre que me quiera de verdad, que me sepa defender, que pueda confiar en él, y con el que duerma tranquila todas las noches. No quiero chicos que vengan a aprovecharse de la fama que pueda tener mi trono.
Por ahora estoy muy contenta con todos mis pretendientes y no me puedo decidir por uno o por otro. Me gustan todos y no echaría a nadie, aunque es cierto que confío en algunos más que en otros. ¡Me voy a mojar! En este momento el que más me gusta es Vicente, mi árbitro. Creo que le gusto de verdad porque se le nota en la cara y en la mirada. Aunque es cierto que tengo muchos que físicamente son unos portentos, no me quiero dejar llevar por ello. Además tenéis que tener en cuenta que yo soy muy rara, y hoy me gustan mucho y mañana no me gustan nada. Así que, de momento, estoy muy contenta con todos mis niños.
Aunque he de admitir que todavía no sé si son mi prototipo. Me gustan los hombres que visten muy bien, y que tienen carisma, porque cuando tienen eso automáticamente son guapos. ¡Si un hombre se quiere me transmite ese rollo! Quiero chicos con mucha personalidad, porque yo la tengo. Además necesito pretendientes que me convenzan, que me enseñen, que si me tienen que parar los pies que me los paren, que se adelanten a mis necesidades y que vean en mí lo que me hace falta. En definitiva, quiero a un tío achispado, un hombre con mayúsculas. Un macho que te diga aquí estoy yo, y no te haga falta nada más.
De Samira, contaros que disfruto mucho chinchándola y discutimos igual que siempre, pero no nos lo tomamos tan a pecho porque ya no competimos por la misma persona. Además, aunque parezca mentira, aprecio mucho a Samira porque ha demostrado que se lo ha currado igual que yo y que lo ha pasado igual de mal con Ángel. Aun así disfruto mucho metiéndome con ella porque, desde luego, tiene muchas razones que me incitan a ello.
En cuanto a mi relación con Ángel es nula, no tengo ningún tipo de contacto con él ni quiero tenerlo. No me ha gustado su forma de hacer las cosas, ¡incluso por sus comentarios de Twitter! Yo me siento muy bien conmigo misma y con cómo he hecho las cosas. Por mí como si los veo en una charca ahogándose, paso y les saludo y todo. ¡Mirad si soy buena gente! En resumen, me traen sin cuidado. Que hagan lo que les dé la gana, porque yo estoy muy feliz y muy a gusto.
Por otro lado, quiero dar las gracias a toda la gente que me ha apoyado. Intento no ver la repercusión que he tenido en el programa y quitar importancia al asunto, porque no quiero que se me olvide quién soy y de dónde vengo. Quiero saber que soy la misma niña que bajó las escaleras para pretender a Ángel la primera vez, y que no porque me hayan dado un trono soy más importante que nadie. Tengo una suerte enorme de tener pretendientes y de poder escoger, y es una cosa de agradecer, no para chulear. Me encanta que la gente me reconozca, me dé besos, y se fotografíen conmigo. ¡Gracias por hacerme sentir tan especial y por querer echaros una foto con una loca como yo! Es imposible que me vea más que nadie porque yo no soy Ghandi, yo no he hecho nada por los niños, a mí me quieren porque estoy como una cabra y porque soy muy clara. Doy las gracias a todos y quiero que sepáis que sigo siendo la misma niña de siempre. Estoy viviendo con mucha ilusión este momento y voy a todos lados con la cabeza muy alta y muy contenta. ¡Sois todos un regalo!
Por último quiero que sepáis el porqué de mi nombre, ya que muchos me lo preguntáis. Mi nombre real es Patricia, pero me gusta que me llamen Steisy porque tuve una perrita a la que puse Steisynina por estupenda. Al final el nombre era tan largo y la perra tan pequeña que resultó un problema, ¡así que la puse Steisy y se lo recorté! Entonces toda la gente empezó a llamarme así. Además empecé a trabajar en el mundo de la noche, y como tenía 18 años y me daba miedo decir mi nombre, por si me quitaban las cuentas del banco, decidí que ese iba a ser mi nuevo nombre.
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