La tensión vivida entre Álvaro y su ex pareja Laura, han hecho que Érik pasara a un segundo plano el día que se estrenaba en el trono por lo que Emma ha querido que volviera a empezar de cero y repitiera su entrada triunfal. Sin embargo, cuando ha llegado al trono se ha encontrado con una sorpresa: Niki. La ex tronista y ex pareja de Sergio Clar ha entrado en plató y no ha tenido tiempo ni de abrir la boca cuando ha comenzado a recibir ataques por todos los lados.

Las pretendientas de Érik sabían que el tronista había tenido un par de rolletes con ella este verano y no estaban dispuestas a quedarse de brazos cruzados al verla en plató. Niki sabe defenderse perfectamente y no ha dudado en cambiar el estada de relajación con el que venía por el modo de ataque. Pero las preguntas eran para Érik, las chicas querían saber si quería que Niki se quedara. Érik ha explicado que Niki le gusta mucho y que no ha tenido tiempo que conocerla bien fuera del programa por lo que no le importaría que se sentara de pretendienta.

Una actitud muy criticada ya que si se conocieron antes de que él se sentara en el trono, no entendía que hubiera aceptado ser tronista en lugar de conocerla fuera si tanto le gustaba. Niki también tenía algo que decir y ha asegurado que no se iba a sentar de pretendienta porque estaba cansada de luchar por los hombres y ahora le tocaba que lucharan por él: “Quiero a un hombre que lo deje todo por mí”.

Entre que todas la pretendientas querían hablar y que Niki tiene un tono de voz muy elevado, de un momento a otro el plató se ha convertido en un auténtico gallinero y Emma ha tenido que sacar su carácter. La cosa no estaba clara, los ojos de Niki decían que se quería quedar, sus palabras que no y Érik no perdía la sonrisa en ningún momento. Una situación que ha llevado a Pipi a explotar. El asesor está cansado de que le tomen por tonto y cree que la relación de Niki y Érik “huele a peste” porque según él: “Niki tiene el record Guines en el programa”.

A Niki le han afectado mucho las palabras del asesor y ha comenzado a llorar. No entendía porque le estaban atacando de esa manera cuando ella ni siquiera había explicado a que había venido al programa. Emma le ha dado la palabra y la ex tronista ha explicado que había venido para explicar que ella nunca le había puesto los cuernos a nadie. Había roto con Clar mucho antes de tener nada con Érik, y que simplemente habían venido al plató para dar la enhorabuena al nuevo tronista.

Nadie parecía creerla y ha sido Julián el encargado de volver a preguntarle si no se quería quedar de pretendienta de Érik. “No me voy a quedar. Cuando te canses de las grupis me llamas”, le ha dicho a Érik.