Ya conocíamos algunos detalles de la historia de Juanjo pero, lo que él no sabía, es que su propia madre estaría en plató para acompañarle y apoyarle. Amparo entraba a plató ante la sorpresa de su hijo que la abrazó largamente y, pasado el reencuentro, se sentaba junto a Emma García para hablarnos de su hijo. Y es que, como nos contó el propio pretendiente, desde muy pequeño se vio obligado a madrurar, "desde los seis años se hizo cargo de su madre y de su hermana.Tomó el papel de padre", comenzaba Amparo, "yo estaba malita y él ha sido mis pies, mis manos, mis ojos... ha sido, es y será el mejor hijo del mundo para mí".

"No ha tenido infancia", continuaba Amparo y es que, a lo largo de su vida, han vivido situaciones difíciles que les han obligado a cambiar de domicilio, de población... "pero él nunca me ha echado nada en cara", la mujer asegura que Juanjo siempre ha sabido llevar estas situaciones "sin quejarse, sin protestar..." Por ello, la relación actual entre madre e hijo es muy especial ya que "no hace falta decirnos nada, con la mirada sabemos lo que piensa el uno y lo que piensa el otro".

Amparo quería aprovechar su presencia en plató para agradecer a su hijo todo lo que ha hecho "y hace por mí" y es que asegura que "me ha salvado la vida tres veces porque intenté quitármela", explicaba. Entonces, Juanjo se levantó, subió a la grada y volvió a abrazarse a su madre. El pretendiente asegura que "mi madre no tiene que agradecerme nada porque, si no fuera por ella, no pensaría como pienso hoy".

Con sus palabras, Amparo emocionó a todos los presentes. Las lágrimas eran las protagonistas para todos: Miriam, Pipi, Vicente, Virginia, Blanca... Pero la madre de Juanjo continuó, esta vez hablando de su hijo, de su personalidad: "Hay que conocerlo y saber cómo siente" y es que Juanjo no es una persona a la que le guste hablar de sus problemas "va callando y lleva muchos años tragando", explicaba Amparo.