En repetidas ocasiones hemos sido testigos de la atracción que Mamen siente por Sergio, el pretendiente de ojos azules de su compañera de trono. La joven no ha dudado en pedirle delante de Laura que se cambie de bando y él le ha respondido que no, al menos en tres ocasiones. Aun así, Mamen no estaba dispuesta a perder a un chico que la gusta tanto y pidió a dirección tener un encuentro con él.

Sergio había salido muy contento de su segunda cita con Laura y quiso mandarle un mensajito. Lo que no imaginaba es que Mamen estaba a punto de darle una sorpresa y volverle a poner contra las cuerdas. El joven intentó durante toda la cita ser educado con Mamen y convencerla de que él era un simple capricho para ella y que si le gustaba era porque no le podía tener. Mamen no entraba en razón y terminó la cita diciéndola que se lo iba a pensar.

Sin embargo, Laura al ver la cita vio que entre ellos había existido cierto tonteo. El pretendiente comentó que eso era porque estaba muy nervioso y que si se quedó fue por educación. Laura estaba muy celosa y Sergio se puso en su sitio: “Yo te quiero conocer a ti y ni aunque me eches me voy a cambiar al bando de Mamen”.

Mamen ya no tenía nada que hacer y Laura se había dado cuenta de dos cosas: “el chico me gusta porque me he puesto celosa viendo la cita y tú eres una cansina”, afirmó. Pero todavía Mamen tenía algo que comentar y es que si a Laura le gustaba Sergio era porque ella le había pedido, porque antes le había comentado que no le gustaba nada. La catalana no daba crédito a lo que estaba escuchando y quiso zanjar el tema. Se puso en pie y le dio un beso a Sergio.

La reacción de sus pretendientes no tardó en llegar. A todos les había sentado muy mal, sobre todo a Álvaro. Laura no dudó en contestarles diciendo que ella hacía lo que le daba la gana en cada momento y que se alegraba de que por fin hubieran dicho algo porque había llegado a pensar que eran parte del decorado del plató.

En medio de este cruce de acusaciones, Mamen no se iba a mantener callada y quiso decirle unas palabras a Laura: “yo hasta ahora te he tratado con respeto y educación así que, eso de cansina te lo ahorras, ¿vale?”. La de Barcelona le comentó que no le había dicho cansina a modo de insulto y que consideraba que siempre le había tratado con respeto. La cosa se empezó a calentar y Mamen le explicó que se estaba pareciendo a Vicente y que ella también le podía calificar con algún que otro adjetivo. La bronca estaba servida y ninguna de las dos entraba en razón.