A pesar de que se haya intentado disculpar en varias ocasiones, Labrador no puede perdonarle a Samira su participación en toda la historia de Jesús. "no me fío de ella, me ha vendido también", ha asegurado el superviviente, quien ha aprovechado para darle a Samira de su propia medicina. "Parece mentira que con los mensajes que me has mandado por Twitter estando en el trono, estés diciendo esas tonterías de mí", le ha dicho a la tronista, insinuando que ella no tiene que tener ninguna duda sobre su tendencia sexual. Además, Labrador ha contado que la tronista le mandó su número de teléfono nada más llegar de Honduras.