El plató se ha quedado en completo silencio para recibir a Alexandra, quién supuestamente iba a regresar cargada de pruebas que demostraban que Julen y Paula estaban teniendo fuera del programa, y de que Paula tenía como único objetivo en 'Mujeres y hombres' sacar información para que Julen expulsara a Alba. Todo el mundo estaba expectante, pero Alexandra nos ha dejado con las ganas. Alexandra ha explicado que las pruebas dependían de terceras personas y que no había podido conseguirlas, pero que lo iba a seguir intentando y que en cuanto las tuviera nos las haría llegar. Julen se ha quedado muy sorprendido porque le habían acusado de algo sin tener las pruebas en la mano y los asesores del amor le han reprochado que se hubiera comportado así. Alexandra ha puesto en juego el trono de Julen por unas pruebas que solo había visto por Skype.

Alexandra estaba muy tranquila, pero Julen se ha enfadado mucho. Él intenta en todo momento no hacer nada que pueda hacer daño a sus pretendientas y mantenerlas un respeto, pero cree que en esta ocasión quién no se lo está manteniendo a él es Alexandra. El tronista no quería contar nada de ella, pero ha terminado contando que había estado tonteando con un chico en una red social y dejándole claro que no quiere que siga sentada en la silla. Julen no puede entender que Alexandra haya seguido aferrada a la silla cuando le está acusando de saltarse las normas y no se fía de él.

Sin pruebas y con dos pretendientas asegurando que la información que habían dado era cierta, Emma ha pedido a Ana Gil que entrara en el plató para poner un poco de luz a esta situación. Ana no sabe si existían las pruebas o no, pero tiene la sensación de que están engañando a Alexandra y no entiende que sí estaba tan convencida de que Julen le estaba engañando por qué no ha llegado por la mañana y se lo ha contado. Tamara y Olaya también han intentado echar una mano a Alexandra explicando que la información que le había llegado no era de fiar porque no existían pruebas y por eso ellas no la habían dado por buena.

Cuando parecía que las confidencias habían quedado en nada, Alba ha vuelto a insistir en que ella no había mentido y que hasta Ana Gil había visto las pruebas que demostraban que Paula había dicho que quería hacerle daño a cualquier precio. Ana ha intentado aclarar que ella había visto las pruebas, pero que se estaban mezclando muchas cosas y que aunque, al principio pudiera tener sus dudas, ahora estaba convencida de que Paula decía la verdad. La situación ha vuelto a complicarse y Lukas ha tomado la palabra para pedirle a su compañero de trono que se diera cuenta de que Paula es "una persona destructiva y que está manipulando su trono".

Paula estaba llorando y Alba muy enfadada, cuando Julen ha terminado rompiendo su silencio para pedirle a Alba que igual que él le dio una oportunidad cuando le acusaban de estar interesada en Labrador, le dejara darle una oportunidad a Paula. Sin embargo, parece que tanta confidencia está pesando en el tronista, que se ha puesto de pie, ha expulsado a Alexandra, ha pedido que le dejen equivocarse o no con Paula y se ha dirigido a Alba para darle un abrazo y pedirle que no se enfade. Alba ha vuelto a dejar claro que ella lo único que quiere es que Julen no sufra y lo que parecía una confidencia definitiva a terminado con Julen y Alba besándose en mitad del plató.