Ainhoa había tenido dos citas muy frías con sus pretendientes predilectos. Primero se metió en el jacuzzi con Erik y le preguntó que si aceptaría el trono si se lo ofrecieran: “Si te tengo a ti en la cabeza no lo aceptaría”, respondió el pretendiente. Una respuesta que no gustó a Ainhoa y le hizo empezar a desconfiar de él. Erik no entendía porque Ainhoa se había puesto así y se marchó a su casa muy afectado.

La cita con Víctor no fue mucho mejor. El pretendiente se metió en el jacuzzi a esperar a su tronista, pero Ainhoa no tenía humor para compartir burbujas con él. A la tronista le había sentado muy mal la reacción de Víctor cuando Brenda insinuó que habían tenido algo y aprovechó la cita para hacerle un montón de reproches. Víctor intentó explicarle que estaba acostumbrados a los ataques y que su vía de escape era el sentido del humor, pero a Ainhoa no le convenció y abandonó la cita. Hasta aquí todo era normal dentro de lo poco habitual de las citas.

Al ver este encuentro, Erik estaba convencido de que la cita tendría una segunda parte y no quiso pronunciarse hasta ver el encuentro completo. Efectivamente, Víctor había ido a buscar a Ainhoa y la cita había terminado llena de besos.

Todo el mundo estaba esperando la reacción del pretendiente y hasta la propia Ainhoa le preguntó. “Me voy a ir porque creo que conmigo no harías eso. Creo que sientes más por él que por mí. Creo que yo siento mucho más por ti que tú por mí, y lo que no voy a hacer es ir más detrás de ti. Creo que te he demostrado que conmigo puedes ser feliz y si todavía no me has elegido es porque no lo tienes claro y ya está. No voy a ir más detrás de ti y me voy a ir ya”, aseguraba Erik.

Ainhoa estaba tan sorprendida como todos los presentes en plató e intentó saber los motivos de Erik. No podía creer que se estuviera marchando por un beso. Erik le explicó que no era un beso, sino que esa misma mañana le había abierto su corazón para decirle que se estaba enamorando de ella y horas más tarde se estaba besando con Víctor. El pretendiente parecía muy convencido de su decisión y se puso en pie.

La tronista no sabía que hacer para evitar la marcha de Erik y le pidió una cita más, una cita especial para poder aclararse, pero Erik tenía claro que si en más de doce citas no se había aclarado, una cita más no iba a servir de nada. “Si te vas me tengo que ir detrás de ti o quedarme con Víctor por descarte”, aseguró Ainhoa. Unas palabras que en principio parecieron pasar desapercibidas, pero que luego tendrían su repercusión.

Erik no paraba de repetir que estaba cansado de sufrir y de aguantar cosas, cuando Víctor le recordó que él había visto muchos más besos de él con Ainhoa. “Tú no sientes por Ainhoa ni la mitad de lo que siento yo”, le respondió. La tronista no sabía que decir para conseguir que Erik se volviera a sentar en la silla y Víctor decidió echarle una mano. Una actitud que nadie parecía entender pero que tenía un motivo: “Yo no quiero ser el descarte de nadie”, aseguró Víctor.

Llegados a esta situación, era el momento de que Ainhoa tomara una decisión respecto a sus otros pretendientes. Una decisión que tenía clara. Con mucho cariño despidió a José David y a Santi. Les agradeció su participación y a José David le prometió que serían amigos fuera del programa. Mientras todo esto sucedía, Erik volvió a sentarse en la silla y eso quería decir algo.

“Me encantas, me vuelves loco pero yo estoy harto de estar aquí. Yo me quiero ir ya, me quiero ir contigo. Si me pides una cita más yo te la voy a dar, pero quiero que sepas que si estoy aguantando todo esto es por ti”, le dijo Erik a su tronista. El pretendiente decidía quedarse y aguantar un poco más al mismo tiempo, que Ainhoa no podía lanzarse a sus brazos y protagonizar un bellísimo momento.