"Después de esta cita se me ha ido toda la desconfianza con Joni", así ha cerrado la tronista una cita en la que más que palabras ha surgido la magia. Rym estaba deseando recuperar el tiempo perdido con Joni y él ha conseguido que sus deseos se hicieran realidad. El pretendiente tiene claro que lo que siente por Rym es amor y lo único que le queda por hacer por ella es ponerla un castillo porque la ha convertido en reina y se ha tatuado su nombre y su apellido en la muñeca.

A todos se nos ha venido arriba el corazón cuando Rym se ha puesto la corona. 'Quiero que vuelvas' de Alejandro Fernández ponía música a este momentazo.