Una cita rápida y sin rodeos
Haciendo gala de su compostura y saber estar, Mónika llevó a Antonio a una exposición de Nuria Blanco para que juntos pudieran apreciar su arte en carboncillo. Después de contemplar los cuadros, Antonio quiso saber un poquito más sobre su pretendienta y le preguntó por su edad y su lugar de origen. Además, no podía faltar una pregunta de rigor: "Viniste a conocer al anterior tronista, a David y... ¿qué es lo que te hizo quedarte?". Pregunta que llevaba asociada la típica ristra de halagos.
El torero también quiso averiguar cuales eran las prioridades de su pretendienta y se encontró con algo más que evidente. La prioridad de la polaca no podía ser otra que sus dos hijas. Metidos en la conversación, Mónika le contó como había venido a España y a lo que se dedicaba actualmente. Pero, esta conversación tan correcta estaba a punto de tocar un tema muy delicado que marcaría su final, los toros.
"Me hizo quedarme tu saber estar, tu edad y tu físico, evidentemente", respuesta que hizo que Antonio sacara su primera sonrisa de la tarde ya que, algo en su mirada nos hacía pensar que Mónika no le había entrada por los ojos e iba a ser difícil que llegara a su corazón.
"No me gustan los toros", afirmó Mónika ante la pregunta obligatoria de Antonio. Afirmación que pareció poner una banderilla al matador ya que en seguida, decidió poner punto y final a su cita. Ya separados, la pretendienta sabía que Antonio no había salido contento de la cita y el torero aseguró que aunque, era una buena chica y que tenía encantos, "No es la chica que me puede llenar".
La cosa estaba muy clara y en plató, todo el mundo lo vio claro. "No eres una chica que me llame la atención y no quiero que estés ahí perdiendo el tiempo", afirmó Antonio entre bostezos deRafa. Situación que llevó a los tronistas a protagonizar un nuevo enfrentamiento al mismo tiempo que Mónika se preparaba para abandonar el plató.

