Rubén, por primera vez, se queda "embobado" con una chica
Después de la entrada de sus nuevas pretendientas, a Fabián no se le borra la sonrisa de la cara, y no le desaparece el brillo de los ojos. Algo que con Rubén no está ocurriendo.
Aunque parece que se siente atraído por Mery, y ni con ella no se le ve del todo convencido, da la sensación de que el amor está lejos de llegar a la vida del tronista, pero de que está deseando encontrar a alguien con el carácter que necesita.
Hace poco, el tronista, ya tachó a sus pretendientas de "sosas", y aunque parece que no les sentó muy bien, y ellas mismas perjuraron que iban a cambiar esa imagen de sí mismas, a estas alturas todavía siguen las aguas demasiado calmadas.
Fabián no para de repetir que al grupo de su compañero de trono le falta sangre, y que son todas unas mosquitas, pero a ellas no les afecta, y son incapaces de replicar los ataques.
Por el plató los ánimos parecen decaer, porque los colaboradores, los cebos, y la propia Emma llevan días hablando de que a Rubén no se le ve realmente ilusionado con ninguna de sus chicas, no hay feeling, y muchas están para calentar la silla.
De echo, en un momento del programa, Rubén adelanta que "las decisiones ya están tomadas" y la tensión se palma entre las pretendientas ante lo que parece ser un anuncio de próximas expulsiones.
Amal sigue haciendo de las suyas , y se presenta por sorpresa en la cita de Rubén con Luciana en el Museo de Cera en un intento más por demostrar al tronista que lo que él necesita es una mujer con mucho morro, y que eso precisamente es lo que no tiene en su lado del plató.
Después de que Rubén le dé la razón, y le diga a Luciana que cree que ella no es capaz de tomar decisiones, y que siempre se deja llevar, le da las gracias por haber estado en el programa pero la expulsa, porque siente cariño hacia ella, pero no la atracción que necesita para seguir intentándolo.
También decide prescindir de Viviane porque, aunque sólo han tenido la oportunidad de compartir una cita de la que parecía que había salido conforme, ha asumido que no es suficiente para seguir manteniendo a la pretendienta en su silla.
Pero unas que se van y otras que llegan, y a partir de hoy Rubén también tiene a su propia Arantxa, una valenciana estudiante de contabilidad, que conoció al tronista durante un bolo en una discoteca.
Él se alegra mucho de verla, la reconoce al instante, y no deja de comentar lo bien que le cayó. Aún así, en plató no termina de convencer, y todos empiezan a dudar de sus posibilidades con el gallego, pero él la sienta en el trono.
Pipi saca un 'amago de confidencia': la foto de la nueva Arantxa besando a Rubén. Se queda solo en eso porque, aunque se parecen, la chica en cuestión es en realidad la ex novia del tronista, y la foto es de hace más de dos años.

Otra entrada más, la de Marta, una chica dulce con una tarta bajo el brazo, rellena el segundo hueco, pero lo más inesperado está por llegar.
Entre el público, una vieja conocida del programa, , una guapísima ex pretendienta de Oliver, que también fue aspirante a tronista, toma la palabra y a Rubén se le queda una cara de embobado, sonrisilla de medio lado incluída, que no puede disimular. Zaira
Todo el mundo lo ve claro, y las mariposas del estómago de Rubén no pueden negar lo evidente. Tal y como dice Miriam: "Rubén acaba de tener un flechazo".
Pero la atracción no se queda sólo en el trono, en la grada, a Zaira le empieza a temblar la voz, y en un arrebato de voluntad se levanta, se sienta a su lado y, desde el primer momento comienzan los arrumacos y las miradas que confirman lo que parece ser la llegada, por fin, de la chispa que Rubén estaba esperando.
