Rym no sabía qué hacer para que su relación con Albert terminara de fluir y él le ha explicado una vez más que para él era muy complicado asimilar que en anteriores programas le pusiera a prueba y más, tener que ver la cita sin cámaras que había tenido con Rubén. Rym ha intentado que Albert le dijera lo que siente por ella, pero él no está dispuesto a abrir su corazón cuando la tronista todavía no le ha dicho lo que ella siente por él. Los jóvenes estaban en un callejón sin salida y Albert no tenía claro que quisiera permanecer en el programa, pero no ha tenido opción de tomar una decisión porque Joni ha salido del plató reprochándoles a ambos su actitud: “¿Qué pretendéis que hagan un programa para los dos? Llevo media hora dentro sintiéndome como un pelele”. Joni estaba buscando una explicación, pero Rym se ha visto superada por la situación y ha regresado a su trono sin saber cómo actuar.

Rym estaba sobrepasada por la situación y Joni le ha vuelto a reprochar que hubiera saliendo corriendo detrás de Albert ya que él siente que su rival no se lo merece: “A Albert le das todo lo que necesita cuando él a ti no te da nada”. Rym le ha escuchado sin decir nada, pero Albert ha entrado en el plató dispuesto a pararle los pies. Tenía la sensación de que Joni se estaba pasando y que él no para de repetir lo mucho que hace por Rym, pero al final no hace nada. Los favoritos de Rym han terminado protagonizando una pelea de gallitos de corral en la que Joni ha hecho de menos a Albert: “Tenías que tocar las nubes cuando te mira ella, no tendría ni que mirarte a la cara porque eres un sin vergüenza” y Albert le ha dejado claro que no pinta nada en el trono de Rym: “Eres un fantasma y un pintamonas”.

Rym y Albert desayunaron juntos tras la cita sin cámaras de la tronista con Rubén y nada más ver la cita, el pretendiente se ha levantado a abrazar a su tronista. Ambos han protagonizado uno de sus momentos más románticos porque Albert ha intentado explicarle a Rym que él nunca había vivido la experiencia de compartir a la chica por la que está “muy pillado”. Rym se estaba comiendo a Albert con la mirada y le ha dicho que ella no entendía ese lenguaje con la intención de que le dijera por fin lo que siente por él, pero Albert le ha dejado claro que él no le iba a decir que la quiere hasta el día que se fueran los dos juntos del programa.

Albert y Rym estaba protagonizando un momento maravilloso para ellos, pero muy, muy complicado para el resto de pretendientes. Rubén ha tenido la sensación de que esa escena ya la habíamos vivido antes, pero Joni estaba destrozado: “La miro a ella y me muero por dentro”. El pretendiente se ha armado de valor y ha sido más sincero que nunca: “Soy el único que digo las cosas claras y como son, soy el único que va de frente… Todo el reto le miras a él y te derrites, es un espectáculo viéndolo desde aquí. Yo hago todo lo posible y el que se lleva siempre todo es él. Queda un mes y medio y ya no sé nada, estoy peor que el primer día. Esto es una experiencia muy diferente a lo que yo he vivido y nunca en mi vida había estado así”. “Yo tampoco Joni, yo tampoco había estado pilla así por dos personas”, le ha respondido Rym con el corazón dividido, pero él cree que se está engañando así misma: “Creo que te estás engañando a ti misma y él que realmente te gusta es él”. Rym no sabía qué hacer para que Joni se diera cuenta de que él también le gusta mucho, pero Joni lo tenía muy claro: “Sí, conmigo estás muy bien, pero por él sientes mucho más”.

“Yo no puedo ver esta cita y pensar que luego ha estado con Rubén lo siento, pero no estoy bien”, ha asegurado un Joni destruido tras ver su undécima cita con Rym. Emma García ha intentado animarle recordándole que Rym había pedido una cita sin testigos con él, pero él no estaba bien y no quería ni cita con testigos, ni nada porque no estaba bien con la tronista. “No sé qué hacer, me siento culpable con todo. ¿Tú crees que para mí es fácil?”, ha asegurado una tronista destrozada y sin saber cómo actuar para que sus pretendientes dejaran de sufrir.