Después de perderse en el metro de Japón, los Fernández Navarro necesitaban reponer fuerzas y descansar. Para ello han decidido ir a un hotel pero el resultado no ha sido el que esperaban. El silencio allí era sepulcral pero la sorpresa estaba por venir: ¡Las camas cápsulas! “Era un tanatorio mezclado con una nave espacial”.