Samanta Villar, tras 3 días de ayuno seco: “Si morirse es así, da gusto”

cuatro.com 05/02/2019 00:55

Escéptica y dispuesta a descubrir cuál era el sacrificio de Vicente y Ray, Samanta ha viajado hasta Murcia para conocer a este matrimonio que se alimenta únicamente de líquidos, zumo de frutas y agua. Vicente nos explica que en el año 92 se comió sus últimas chuletas en la boda de su hermana pequeña, en ese momento se hizo vegetariano y ahora lleva meses de ayuno. Su objetivo es ampliar su consciencia y por ello se alimenta de la energía que le rodea, como puede ser el sol, del agua y del aire que respiras, del prAna. Realizan ayunos de ocho días “Esto es a vida o muerte, se te puede parar el riñón en uno de estos ayunos de siete días”. Una filosofía de vida que les deja fuera de la vida social, pero que les hace felices.

Con Vicente y Ray en su casa y dispuesta a superar su sacrificio de tres días de ayuno, Samanta intenta controlar su mente para superar la situación. Tras dos días de ayuno, una noche casi sin dormir, la presentadora se enfrenta a su tercer día de ayuno de muy mal humor. Intenta seguir los consejos de los expertos en ayunos y les acompaña a la playa para beber la energía del sol y poder superar la debilidad que se ha apoderado de ella.

Samanta siente el frío del lecho de muerte

Con la intención de culminar los tres días de ayuno seco, Vicente y Ray preparando todo para que Samanta sienta el frío del cadáver y experimente cómo se siente una persona en el lecho de muerte. Para ellos la vida y la muerte es lo mismo porque como dijo San Juan de la Cruz quién muere en vida, no muere en la muerte. Tras una nueva meditación y diferentes ejercicios, Samanta ha dado un paso más en la ampliación de su conciencia y ha asegurado: “Si morirse es así, da gusto”.

Samanta baja una montaña descalza

Tras sentir el frío de la muerte, Vicente y Ray llevaron a Samanta a la montaña para que su cuerpo absorbiera la energía de la naturaleza. Tras unos ejercicios de meditación y con el cuerpo lleno de oxigeno limpio, los instructores propusieron a Samanta regresar al coche descalzos. Samanta no podía creer lo que estaba sucediendo, pero no se resistió a eliminar todos los objetos que separan nuestro cuerpo de la madre tierra.

Vicente y Ray quisieron que Samanta conociera a uno de sus referente, el argentino Víctor Truviano, un hombre que está a punto de cumplir 11 años de ayuno seco y que asegura haber alcanzado el estado babaji. Víctor se alegra que desde fuera parezca que está dispuesto a sacrificarse por sus creencias y cuándo Samanta le pregunta que cómo puede vivir sin comer ni beber, él asegura que él tiene la misma pregunta para ella “¿Cómo puedes vivir comiendo?”.

Tras tres días sin ingerir ningún tipo de alimento ni solido ni líquido, Samanta y sus instructores Vicente y Ray han realizado una ceremonia para romper su ayuno y empezar poco a poco a ingerir alimentos. Tras una ducha de hielo reparadora, Samanta ha vuelto a beber agua y ha sentido el placer de sentir sus sabores como si fuera la primera vez. El objetivo del ayuno es que algo se remueva dentro de ti y parece que la presentadora lo ha conseguido. Vicente y Ray llevan una vida opuesta a las suya, teme por su salud porque están poniendo al límite su cuerpo, pero cuando se han marchado se ha emocionado. No sabe si lo están haciendo bien o están equivocados, pero tienen una creencia tan fuerte que hace sentir respeto por ellos.

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