Aguirre salía de los juzgados de declarar como testigo en Gürtel, comparecía ante los medios y abordaba la detención de Ignacio González. Visiblemente afectada, ha roto a llorar diciendo estar “conmocionada” y explicando que si fueraGonzález fuera culpable, sería “un palo” para ella.
José Luis Peñas, denunciante de Gürtel, ha valorado esta reacción: “Se le han acabado los diques de contención”, ha dicho en alusión a Granados y González y añade: “A lo mejor piensa que la próxima puede ser ella”.