Antes de que Manuel conociera a Conchi ya sabíamos que iba a ser una cita para recordar. Él es un hombre muy natural y como le molestaba la dentadura porque no se la había puesto bien pues, ea, se la ha quitado y la ha dejado en un vasito con agua que le ha dado Matías. ¡Como en su propia casa! A Carlos Sobera este acto le ha parecido “súper natural” y lo ha defendido porque a First Dates uno viene “a ser como es”.
Después, la cosa se ha puesto algo tenebrosa. Conchi ya nos había advertido de que tenía un don: la comunicación con los muertos; y la verdad es que nos ha dejado helados cuando ha adivinado que la que fuera mujer de Manuel se llamaba María (María Luisa) y que, de joven, tenía el pelo casi por la cintura. Manuel ha corroborado estos datos, aunque no ha entendido muy bien el concepto de médium.
Manuel no se ha enterado muy bien de lo que es una médium, pero a la pregunta de su sigue siendo sexualmente activo ha respondido con certeza. Él se toma su “pastillita mágica” y a vivir que son dos días.