Elena ha llegado a ‘First Dates’ convertida en una auténtica diosa griega. Es una mujer muy entregada a su trabajo, es de origen ruso y vino a España por amor. En las relaciones de pareja tiene varias peticiones que su pareja debe cumplir, necesita enamorarse de la inteligencia, engancharse a su lado romántico, la parte física tiene que encajar y tener unos planes de vida compartidos.
Josu, su cita, es una persona a la que le gusta cuidar y tener detalles con su pareja “madrugar para ir a comprar unos croissants”. Al verle, Elena se ha llevado un chasco porque no cree que un hombre deba ir en camiseta a una cita, pero al saber que su cita era de Logroño e ingeniero, lo ha entendido todo.
Elena se ha interesado por la profesión de Josu, pero él le ha dicho que no era algo muy apasionante “soy una ratita de oficina”. Algo que a ella no le ha gustado porque tiene tres masters y esperaba encontrar a alguien con iniciativa y aspiraciones profesionales. Ella le ha contado qué se dedicaba al mundo de las financias, que le apasionaba y que tenía la suerte de poder trabajar para otros países desde Madrid.
La soltera ha querido saber por qué estaba su cita en ‘First Dates’ y Josu le ha confesado que todo comenzó como una aventura con una compañera de trabajo que le animó y él es mucho de deportes de aventura y de aventuras en general.
Josu ha querido saber qué buscaba Elena en una pareja y le ha gustado escuchar que él tenía la calidez y la tranquilidad que ella estaba buscando. Él estaba encantado con ella y parecía ser su prototipo de chico, pero ha alucinado en el momento de la decisión final al descubrir que solo cumplía tres de los cuatro requisitos que Elena pedía en un hombre “te falta la ambición en el trabajo”.