Gisseeth, de ‘First Dates’, sobre las relaciones esporádicas: “Es como vender carne en descuento, está buena, te la comes, pero no es memorable”

  • Gisseeth y José se pasan el día navegando, pero uno por mar y la otra por el aire

  • José y el sexo: “Parezco un niño bueno, pero soy un poco guarrete”

  • Gisseeth, sobre José: “Tenemos tantas cosas en común que le veo como mi mejor amigo”

José ha venido buscando a una mujer que entendiera su pasión por el mar y se ha encontrado con una mujer que siente la fuerza sanadora del mar, pero que prefiere ver el mundo desde las nubes. Gisseeth y José han tenido tantas cosas en común que su cita se ha convertido en la cena de dos grandes amigos que no se van a la cama con cualquiera.

Gisseeth tiene 22 años y está acostumbrada a ser el foco de atención, necesita que la miren “soy como un bolso de Chanel, pero de edición limitada”. En el terreno sentimental asegura que le ha ido bien, pero en ocasiones las personas no tienen el mismo pensamiento de futuro y las cosas no salen bien. Le ha contado a Carlos Sobera que se está preparando para ser “tripulante de cabina, comúnmente se conoce como azafata”. La soltera está a punto de cumplir su sueño porque cuando sintió el traje de azafata por primera vez sobre su cuerpo supo que ese era su destino.

Busca a un hombre que se cuide, sepa tomar decisiones, tenga planes de futuro y se visualice en ellos “sé lo que quiero y eso también gusta mucho de una mujer”. José, su cita o su sirenita, se define como un hombre de mar “a mí me sacas del mar y me ahogo”. Al verse, los dos han sonreído y se han gustado sobre todo, al saber que ambos eran de Las Palmas, pero José ha tenido claro que “a mí edad el físico pasa a un segundo plano”.

Gisseeth y José se han gustado y su cita ha comenzado a navegar de forma muy fluida desde el principio y eso que todavía que a los dos les apasionaba viajar, pero uno por el mar y otra por el aire. José le ha contado que trabaja en un barco y que su sueño es ser capitán. Ella ha soltado un “¡Wow!” al saberlo porque no se esperaba algo así y le ha dicho que ella se está preparando para ser azafata y que de momento su pasión es viajar y trabajar en un avión.

Eso sí, también le ha explicado que tiene una fuerte conexión con el agua y que siente su poder sanador y su energía positiva “ya sea en el mar o en la piscina”. José no ha tenido muchas relaciones y le ha explicado a Gisseth que su trabajo suele suponer un impedimento. Ella lo ha entendido porque ella busca a un chico que también respete su trabajo, pero él siente que va a ser muy, muy complicado mantener una relación con sus dos trabajos y para ambos, su profesión es lo primero.

Durante la cita se han ido encontrado algunos impedimentos para su amor, pero han querido seguir descubriéndose y han jugado al Rasca del amor. José le ha confesado que le gustaría tener sexo con más frecuencia de la que lo tiene y que aunque tenga pinta de niño bueno es muy activo y “un poco guarrete”. A ella también le gustaría que fuera bastante frecuente y que siempre fuera diferente “no caer en la monotonía”.

Gisseeth se pone muy rígida en el tema de las relaciones sexuales porque siente que vale mucho como para acostarse con cualquiera “Es como vender carne en descuento, está buena, te la comes, pero no es memorable”. Ambos estaban encantados de haberse conocido, pero su relación parecía imposible.

En el momento de la decisión final, José le ha explicado a Gisseeth que sus trabajos no eran compatibles para que pudieran seguirse conociendo mejor y ella lo ha entendido, y le ha explicado que ella tampoco repetiría porque han tenido tantas cosas en común que le ha visto como su mejor amigo y no como una pareja. Seguro que vuelven a coincidir en Las Palmas y comparten un día de playa.