Una doble cobra culmina la cita de Tomás y Pilar en ‘First Dates’: “Mejor te lo demuestro”

  • Tomás, sobre los vestidos de las mujeres: “Lo que más me gusta es quitárselos”

  • Pilar encuentra en ‘First Dates Crucero’ al hombre caradura que estaba buscando

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El crucero de Tomás y Pilar ha comenzado con un piropo histórico y ha terminado con una doble cobra que escondía el deseo que ambos estaban sintiendo y que solo sus miradas se atrevían a desvelar. Tomás es un jugador en el amor y tiene el puntito caradura que ella estaba buscando.

Tomás, jugador de póker online, ha llegado a ‘First Dates Crucero’ convencido de que se iba a enamorar “Sé que se mi momento, voy a encontrar el amor seguro”. Y parece que no se equivocaba porque cuando ha visto a Pilar, le ha estallado el corazón “Es ella, me he quedado flasheado, es increíble, no esperaba encontrar una mujer tan bonita como ella”.

Tras la presentaciones, Tomás se ha venido arriba y nos ha mostrado cuáles eran sus armas de seducción. “¿Seguro que te llamas Pilar? ¿No te llamas Afrodita? Es la diosa griega de la belleza”, le ha preguntado a Pilar dejando a Jesús Vázquez impresionado. Ella ha comenzado a reírse y ha sentido que la cosa no iba a ir bien cuando dos minutos después le ha soltado un “Tú debes trabajar en un museo, es dónde trabajan las obras de arte”.

Una servilleta consigue romper el hielo entre Tomás y Pilar: “El vestido es muy escurridizo”

La cita de Pilar y Tomás ha comenzado con piropos y ha continuado con un entrante muy divertido. A Pilar se le ha caído la servilleta y Tomás no ha dudado en levantarse para cogerle una de otra mesa. Gesto que ha tenido que repetir varias veces porque el vestido de la soltera era muy escurridizo y no paraba de perderlas. A Pilar le ha hecho mucha gracia que Tomás fuera tan caballeroso, pero cuando le ha escuchado decir “lo que más me gusta de los vestidos de las mujeres es quitárselos”, ha sentido que era “muy empalagoso”.

Él sin embargo, se sentía rey del Olimpo “Me he sentido un poco Adonis” y le ha dejado claro a ella que le daba igual el número que ocupara en su corazón “No le importa ser el octavo si es el definitivo”

Miradas y cobras que hablan por sí solas más allá de los pétalos y el champán: “Vamos despacito”

Tras las cena, Tomás y Pilar han tenido un ratito a solas en un camarote. No han bailado al ritmo de Shakira, pero sí han tomado una copita de champán y se han bañado en pétalos de rosas rojas. Sus miradas se lo estaban diciendo todo y cuando Tomás ha querido saber qué pensaba de él, ella ha querido demostrárselo en lugar de decírselo y se ha lanzado a darle un beso. Tomás se ha quedado flasheado y le ha rechazado el beso.

¿Qué está pasando? Tomás quería ir despacito y le ha propuesto que repitieran el momento, pero en el segundo intento ha sido Pilar la que ha echado su cabeza hacía atrás rechazando el primer beso del jugador de póker.