Una propietaria de una protectora conocida como ‘la exterminadora de perros'

Una protectora de animales de Torremolinos fue protagonista de los medios de comunicación por las ‘jornadas de exterminio’ que supuestamente cometía Carmen Marín, su afamada y adinerada propietaria. La presidenta cobraba subvenciones por cada perro o gato con la excusa de manutención y paralelamente se lucraba matándolos con inyecciones que provocaban la muerte lentamente y de manera muy dolorosa. Siete años después, el caso sigue abierto y la presidenta de la protectora está imputada a la espera de juicio.
