Mayka Navarro, acompañada de su cámara, se ha adentrado en ‘El Príncipe’, el que sin duda es el barrio más peligroso de la ciudad autónoma de Ceuta. Antes de entrar les advertían: “No debéis entrar aquí sin compañía”. Sin embargo, nuestra compañera no estaba dispuesta a pagar a un presunto guía para pasear por las calles de este barrio.
Sin ocultar en ningún momento la cámara, Mayka y si compañero han recorrido las calles del famoso barrio ceutí, un lugar en el que el tráfico de drogas vive en cada esquina y en el que no existe futuro alguno para sus cientos de jóvenes: “Aquí si no traficas no tienes nada qué hacer, yo le aconsejo a los chavales que se vayan de aquí”, explicaba uno de estos adolescentes que deambula por el barrio.
Mayka ha tenido la oportunidad de hablar con un vecino del barrio que lleva toda su vida allí: “Vivir aquí no es fácil, a mí me han quemado la carnicería diez veces, han atentado contra mi vida en dos ocasiones y tengo en mi cuerpo 26 impactos de bala”.
Los casi 85.000 personas que viven en Ceuta y sus costumbres son el resultado de miles de años de historia y de la mezcla de cuatro culturas que conviven en sus calles pero, ¿cómo es realmente la vida diaria en la ciudad autónoma?
Sus habitantes tienen que trasladarse hasta la península para cursar estudios o para tratar ciertas patologías, algo que aumenta el aislamiento que ya de por sí sufren por encontrarse en el continente africano.
Precisamente por su situación fronteriza, la presencia militar en Ceuta es la mayor que se registra en cualquier comunidad española: “Aquí uno de cada 26 ceutís es militar”. Siguiendo con cifras, Mayka nos cuenta que el 50% de las personas que trabajan en Ceuta lo hacen para el Estado, es decir, son funcionarios.