Carmen Polo dirigía el Patronato de la Mujer en el que se calificaba a las jóvenes como “completas” o “incompletas” según su virginidad

  • "Es trata de blancas en nombre de Dios”, asegura Consuelo García del Cid sobre la función de estos centros

  • Según nos ha explicado, en el momento que veían a una menor en "actitud sospechosa", llamaban a la policía y se les detenía

Consuelo García del Cid, Interna del Patronato de la Mujer, nos ha recibido en una de las antiguas sedes de la organización por entonces dirigida por Doña Carmen Polo de Franco. Dentro de unas tétricas instalaciones de lo que fuera la Maternidad de Peña Grande, nos ha explicado que el Patronato de la Mujer, “una especie de Gestapo a la española”, era para ayudar a las mujeres que estaban en riesgo de caer: es decir, mujeres que fumaran por la calle, se acostaran con su novio, se dieran besos en público, frecuentaran bailes, se sentaran en la última fila del cine.

Carmen Polo era la directora… En la capilla, durante la misa, se hacía una especie de casting de las más limpias y las hacían desfilar delante de unos hombres que buscaban esposa… Esto es trata de blancas en nombre de Dios”, aseguraba sobre la función de estos centros. La institución de Carmen Polo tenía abiertos unos 50 centros de esta institución por todo el país. Según nos ha explicado, en el momento que veían a una menor en actitud sospechosa, llamaban a la policía, se las detenía y se las llevaba a un lugar que estaba en Arturo Soria, el Centro de Observación y clasificación: “Era como la comisaría del Patronato. Se les hacía un análisis ginecológico, la que era virgen constaba en su expediente como completa y la que no lo era como incompleta, un hecho determinante para que la menor fuera a un reformatorio más o menos severo. Lo peor que una menor podía hacer era quedarse embarazada y se las presionaba para dar el hijo en adopción”. Consuelo fue víctima de estos centros por asistir a una manifestación.