Dedica cuatro horas diarias al cuidado de su cuerpo en el gimnasio y vive enganchado a Internet. Desprecia a sus padres, no soporta que se metan en su vida y sufre frecuentes ataques de ira especialmente contra su padre. Detesta las normas y vive entre botes de proteínas y el ordenador sin colaborar en ninguna de las tareas de la casa.