Una familia de Ontario, Canadá, se disponía a disfrutar de una jornada de pesca cuando, de camino, se encontraron esta rarísima escena. Dos linces macho, cara a cara, a penas a unos milímetros el uno del otro y discutiendo a grito pelado. Los sonidos que emiten los animales parecen casi humanos. Sólo hay un instante en el que pasan de las palabras a las manos (o de los gruñidos a las zarpas).
Los linces son animales muy precavidos. La familia que garbó las imágenes asegura que los habían oído antes pero que nunca había llegado a verlos. Mucho menos verlos así, a unos metros de distancia y sin moverse.
La familia subió el vídeo a su página de Facebook, dónde ya ha sido visto por más de 10 millones de personas.