Barcelona vive una oleada de ataques violentos a altas horas de la madrugada en el metro (200 agresiones a vigilantes en lo que va de año), y ‘Cuatro al día’ ha hablado con uno de los guardias de seguridad heridos. Un compañero suyo está luchando por no perder toda la visión de un ojo y él no lo ha perdido por poco: “Estoy bien porque, al fin y al cabo, estoy vivo pero, aquella noche, llovían piedras dentro del vagón”, ha contado. Precisamente, fue una piedra la que le cayó en el ojo y a otra compañera, la hirió en el brazo, cuando se enfrentaron a un grupo de jóvenes que volvían de fiesta.
Manuel ha denunciado que los vigilantes de la ciudad condal no tienen las herramientas necesarias para defenderse de estos ataques: “Vamos a pecho descubierto. Llevamos años pidiendo chalecos antipinchazos y otras cosas, una protección a nivel de la violencia que estamos sufriendo”, ha denunciado.