“Mi marido y yo hemos pasado 2 meses sin poder dormir”, ha dicho Victoria, una trabajadora de un restaurante cuya empresa solicitó un ERTE el pasado 14 de marzo y fue aprobado el día 23. Ella es la única, de todos sus compañeros, que todavía no ha cobrado su couta y, cuando ha llamado al SEPE, esto es lo que le han dicho: “Que todo está bien y que sólo me queda esperar. Que ellos trabajan mañana, tarde y noche y que allí también hay gente que todavía no ha cobrado tampoco”.