El 33,5% de los ataques a dispositivos móviles tenía como objetivo el robo de dinero de los usuarios. Con los programas maliciosos los ciberdelincuentes interceptaban contraseñas de la banca online o provocaban llamadas y el envío de SMS a números de tarificación especial.
El segundo objetivo de los hackers el pasado año fue robar datos y un 20,6% del 'malware' creado para este fin. El objetivo final era robar fotos, documentos, leer SMS privados y correos electrónicos para venderlos o chantajear a los propietarios.
Para los ciberdelincuentes, de acuerdo a los datos de Kaspersky Lab, el tercer punto de interés es generar dinero y el 19,4% de los ataques tuvo ese fin.
Fabricar botnets o engañar a través de falsos anuncios que escondían estafas con las que obtener grandes beneficiosos económicos.
Los desarrolladores de malware también fabricaron programas para espiar, localizar a los usuarios, registrar llamadas y vigilar a través de la cámara y el micrófono, aunque esta fue la última de las prioridades de los ciberdelincuentes.
Los expertos aconsejan instalar un programa de seguridad que cuente con las últimas tecnologías antimalware y antiphishing además de herramientas de bloqueo del dispositivo en caso de pérdida o robo.