Google acaba de celebrar su gran conferencia para desarrolladores. Una cita que el gigante tecnológico suele aprovechar para dejar en shock a medio mundo con alguna sorprendente novedad tecnológica. Esta vez ha sido el salto de gigante que ha dado su asistente de Inteligencia Artificial. Además de poder escoger entre cuatro voces, el asistente es capaz, por ejemplo, de llamar al médico y concertar una cita. Pero lo más sorprendente (y escalofriante) es que el interlocutor humano no es capaz de identificar que en realidad está hablando con una máquina.
Con Sundar Pichai al frente, Google ofreció una demostración de cómo su asistente llamaba a la peluquería y cerraba una cita con la recepcionista. Incluso fue capaz de comunicarse con la encargada de un restaurante con acento asiático y un inglés roto que no aceptaba reservas. Durante la conversación, la IA arroja incluso alguna interjección para reafirmar a su interlocutor y utiliza expresiones de la calle.
Es cierto que todo ocurre en un entorno controlado por Google y que a diferencia de otras novedades que sí demostraron en directo, ambas llamadas estaban grabadas. Pero si la realidad se acerca aunque sea de lejos a lo que acabamos de ver, estamos ante un futuro inmediato más que inquietante.