Los experimentos científicos que podrían destruir el Universo

Noticias Cuatro 09/06/2013 09:30

Los experimentos científicos mejoran nuestra sociedad y nos ayudan a conocer mejor el mundo en que vivimos. Pero algunos de ellos podrían ponernos en peligro e, incluso, acabar con la humanidad. ¿Hasta dónde llega nuestra ansia por saber? El portal de noticias Russia Today ha seleccionado algunos de los más 'peligrosos'.

Recreación del 'Big Bang'

El 'Big Bang' que dio origen al Universo sigue siendo uno de los grandes misterios para el mundo científico. El Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas circular de 26 kilómetros de longitud situado en la frontera franco-suiza, podría desvelar algunas de esas incógnitas. Pero también podría destruirnos.

Fue puesto en marcha en septiembre de 2008 y reproduce un millón de explosiones como la del 'Big Bang' por segundo. pero su principal problema es que nadie sabe exactamente cuáles pueden ser las consecuencias de estos experimentos.

El 'efecto Zenón cuántico'

La 'antigravedad' o 'energía oscura' es uno de los temas que más interés despierta entre los científicos. Pero su simple observación podría ser muy peligrosa.

Según el científico Lawrence Krauss, el estudio de esta energía puede provocar su destrucción, lo que se conoce como el 'efecto Zenón cuántico'. Según el profesor, al observar las partículas, éstas cambian (o más bien, cambia el nivel en el que se descomponen).

Krauss cree que el resultado fatídico de estas investigaciones no tardará en llegar, teniendo en cuenta que a finales de los años 90, cuando los científicos descubrieron la energía oscura, se observó una serie de explosiones de supernovas.

Materia extraña

La materia extraña es una sustancia hipotética compuesta de 'quarks', las partículas que construyen nuestra realidad.

Hay dos hipótesis sobre esta materia. La primera afirma que ésta desaparece inmediatamente después de ser generada. La segunda sugiere que se estabiliza y empieza a convertir en la misma materia extraña todos los átomos que encuentra en su camino. Por todo ello, los resultados de su aparición en la Tierra podrían ser terribles.

Afortunadamente para nosotros, la materia extraña solo puede surgir como resultado de colisiones de alta energía de las partículas elementales, de modo que no hay peligro... Salvo por el Gran Colisionador de Hadrones.

Al construir el acelerador de partículas, los científicos esperaban descubrir qué se genera al colisionar los átomos en un enorme túnel subterráneo, y la materia extraña figura en la lista de posibles descubrimientos.

Viajes a través del tiempo

A las muchas maneras posibles de poner fin al Universo con la ayuda del Gran Colisionador de Hadrones, se podrían añadir los viajes a través del tiempo.

Una de las sugerencias es que las continuas colisiones de alta energía de las partículas elementales en el Colisionador podrían abrir un agujero en el tejido del Universo, y que las generaciones futuras podrían utilizarlo para viajar a través del tiempo con todas las consecuencias y riesgos que eso conllevaría.

Nanotecnología

Las tecnologías modernas tienen como meta producir dispositivos cada vez más pequeños y complejos. La nanotecnología, cada vez más avanzada, permite crear robots del tamaño de una molécula, lo que implicaría enormes mejoras en el campo de la salud.

Esta tecnología podría permitir, por ejemplo, que millones de máquinas microscópicas viajen a través de los vasos sanguíneos de personas enfermas para atacar un tumor maligno o un virus.

Pero, fantasías aparte, existe un problema real: cómo producir en masa estos diminutos aparatos. La solución pasaría por enseñarles a producirse ellos mismos a partir de materiales de su entorno.

El problema es que podrían convertirse en auténticos exterminadores de todos los organismos celulares, llegando a acabar en una sola noche con toda la vida orgánica.

Eric Drexler, uno de los padres fundadores del concepto de nanotecnología, ha presentado varias teorías escalofriantes sobre el día del juicio final. Por ejemplo, un escenario conocido como el 'problema de la plaga gris' sugiere que los robots, al autoproducirse, consumirían todo el material disponible en el planeta, junto con la propia Tierra. El resultado de este proceso sería que una masa gris formada de nanorobots acabaría flotando a la deriva en el espacio.

Mientras tanto, los científicos informan de que están trabajando en un nanorobot 'reproductor', una especie de 'abeja reina de los nanorobots' capaz de producir miles de millones de máquinas diminutas... y de controlarlas.