La actriz Sara Casasnovas estuvo a punto de morir cuando Arendt Meyer le disparó con una ballesta en la puerta del teatro. Ahora, 8 años después, el alemán ya está en libertad. Ha sido deportado a su país y estará bajo vigilancia, Sara sonríe, pero continúa muy asustada. En estos años no ha dejado de recibir amenazas.