Prohíben a un hombre que regula el tráfico chocar la mano a los escolares

Noticias Cuatro 26/02/2015 17:42

Nkosana Mdikane, de 73 años, es conocido por todos los niños de la ciudad de Dumbarton (Escocia) por su forma de cantar y bailar mientras regula el tráfico. Pero dichas acciones no han contentado al Consejo de Dunbartonshire West, ya que le han prohibido ‘chocar los cinco’ a los pequeños que cruzan por el paso de cebra de camino a la escuela, tal y como publica BBCNews.

El consejo se ha justificado por la decisión tomada centrándose en los temores de seguridad que suponen para los pequeños mientras cruzan la carretera. Todo lo contrario a la opinión de los padres de los niños, que han cuestionado este razonamiento. Es el caso de David Dufton, un padre que ha iniciado una campaña en Facebook para intentar abolir esta medida impuesta a Nkosana Mdikane.

El Consejo Dunbartonshire West difundió un comunicado en el que decía: "Todos los patrulleros deben permanecer de forma estática con una mano sobre su palo y la otra estirada hacia fuera mientras los pequeños cruzan la carretera. De este modo se garantiza que pueda ser visible y proporciona una barrera entre los escolares y el tráfico".

Ante el comunicado, el señor Dufton sigue creyendo que la lógica del consejo empleada para este caso es “defectuosa”.

“De camino a la escuela, todos nuestros hijos quieren pasar por ese paso de cebra para así poder ver a Nkosana Mdikane. Al ser todo un personaje, los coches prestan más atención a la carretera”, justificó David Dufton.

Más de 3.000 personas apoyan en Facebook esta iniciativa que puso en marcha el señor Dufton el pasado miércoles por la tarde.

El señor Mdikane lleva regulando el tráfico en Escocia desde septiembre de 2013, después de emigrar de Sudáfrica en 2003. Su forma de ser y la alegría que otorga cada mañana, hacen que se haya convertido en todo un fenómeno para los escolares. Muchos conductores admiten que cada mañana toman desvíos para poder ver su espectáculo con los pequeños.

Todavía no se ha llegado a ningún fin con la propuesta de David Dufton, pero está convencido que el señor Mdikane se sentirá arropado por todos los padres de la escuela.