Se ha presentado el nuevo formato del medicamento para tratar la disfunción eréctil, 'Viagra' de la compañía biomédica Pfizer. El nuevo formato de sildenafilo de 50 mg en comprimidos bucodispersables, tiene el mismo aspecto que el original (romboidal y azul) y se diluye rápidamente en la boca. Según informa la compañía, este nuevo formato es más cómodo de tomar y más discreto.
El doctor Rafael Prieto, presidente de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA), asegura que la eficacia es la misma y que "sólo cambia la posología, es decir, la forma de administración" porque los niveles en sangre son similares a los de la forma tradicional, con lo cual no hay cambios de eficacia, ni tampoco se añaden otros efectos secundarios.
Distintos estudios han demostrado la preferencia de los usuarios por estas formas, incluso mayor que para formas líquidas o comprimidos convencionales, lo que conlleva una mayor adhesión al tratamiento y, por lo tanto, una mejora en el cumplimiento terapéutico.
Simplemente con colocar el comprimido de sildenafilo bucodispersable en la boca, sobre la lengua, su disolución mediante la saliva es muy rápida, sólo hay que dejar que se deshaga y tragarlo, sin necesidad de líquido. Para pacientes que requieran un segundo comprimido bucodispersable de 50 mg, éste deberá tomarse una vez que el primero se haya deshecho completamente.
El presidente de ASESA ha afirmado que "es importante que, como especialistas, nos concienciemos en incorporar al paciente a la toma de decisiones" y que se debe plantear al paciente cuales son las opciones terapéuticas y toda la información necesaria y ser él quien deba decir cuáles se adapta más a sus necesidades, sus expectativas y sobre todo teniendo en cuenta las de su pareja.
De acuerdo al estudio Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina (EDEM), esta condición afecta al 12% de los hombres entre 25 y 70 años y al 26% entre los 40 y los 70, y muchos de los pacientes con este problema son todavía reacios a consultar al médico ya sea por temor, vergüenza o por la creencia de que es normal en la edad avanzada. De hecho, en la actualidad, y de acuerdo a distintos estudios, solo el 20-40% de los hombres afectados hablan de ello con su médico.