En un día a día en el que las prisas son nuestro peor aliado para hacer la compra, no le dedicamos la atención necesaria a un hecho fundamental en nuestras vidas como es la alimentación.
Desde la Organización Mundial de la Salud advierten del incremento de personas obesas en España y sitúa a los niños españoles entre los más obesos del mundo, un problema que puede cambiar si prestamos más atención a los productos con los que llenamos la cesta de la compra.
En Noticias Cuatro hemos contado con la colaboración de Carla Sánchez Zurdo, nutricionista y entrenadora personal, quien asegura que es fundamental saber escoger los que se compra en el supermercado: “Las grandes superficies están llenas de productos que nos prometen bajar de peso, quemar grasa más rápido, hacer desaparecer la celulitis… pero en realidad estos productos no son tan saludables como la etiqueta nos muestra”
Otro de los problemas que tenemos a la hora de hacer la compra, es la cantidad de alimentos que se terminan tirando a la basura, con el gasto añadido que supone. Se calcula que de la comida que compramos, un tercio termina en la basura, es decir, en un solo año las familias españolas tiraron a la basura un millón y medio de toneladas de alimentos aptos para el consumo, una cifra que aumenta cada año.
Carla Sánchez aconseja una estructura de compra con tres objetivos básicos: “Fomentar el ahorro comprando solo productos necesarios, incluir productos para llevar una alimentación sana, equilibrada y variada, no realizar la compra con hambre y así evitar productos que en realidad no necesitamos. No es lo mismo hacer una compra semanal que una mensual, por esta razón, los productos deben seleccionarse antes, dependiendo de si es un producto envasado no perecedero, o un alimento fresco que se estropea antes. Planificar los menús nos ayudará también a optimizar nuestra compra. Tener un menú planificado hace que tengas en mente comidas sanas y equilibradas, y compremos los alimentos necesarios para desarrollar el mismo”
FIJARSE BIEN EN LAS ETIQUETAS
Debemos prestar atención a lo que compramos y no quedarnos con lo primero que leemos, la nutricionista insiste: “Es importante fijarnos bien en las etiquetas de los alimentos, ya que muchas veces puede llevarnos a error al pensar que son productos bajos en calorías, libres de grasas o azúcares, sin colesterol... productos que en realidad, se esconden bajo otros nombres. Que en el etiquetado ponga 0% materia grasa, no quiere decir que no contenga azúcares, que aportan calorías, y la mayor parte de ellos, de índice glucémico alto por lo que no nos ayudarán a controlar el peso"
“Lo mismo pasa con los productos ‘0% de Azúcares Añadidos’, ¿realmente no contienen nada de azúcar? Maltodextrina y harina de arroz, ambos son carbohidratos y te aportan las mismas calorías que el azúcar. Ojo con estas palabras entre los ingredientes: glucosa, fructosa, sacarosa, jarabe de maíz, azúcar invertido… ¡También son carbohidratos!”
"Cuando vamos al supermercado, podemos encontrar productos que incluyen en su envase palabras que nos llevan a confusión, con nombres como 'orgánico, diet, rico en vitaminas y antioxidantes, rico en fibra, digestive, bio…'; pensando que son alimentos saludables y aptos cuando estamos siguiendo una dieta de control de peso o simplemente cuidándonos, y lo único que hacen es 'disfrazar' alimentos no tan buenos"
Carla asegura que los ideal es consumir alimentos, cuanta menos intervención industrial tengan, más saludables y mayor contenido en vitaminas y minerales nos aportarán.