La repentina boda se ha celebrado alrededor de las 12 del mediodía, con toda la discreción que deseaba la pareja, a la que se la vio salir feliz y con las manos entrelazadas del ayuntamiento donde firmaron el enlace.

La actriz estaba sonriente, con el pelo liso y una guirnalda alrededor de su cabeza como decoración, vestida de forma sencilla con un vestido blanco que evocaba al de una bailarina de ballet. Además, llevaba una chaqueta de Chanel y unos cómodos zapatos planos. El novio iba a juego en sencillez con un traje azul marino.

Los más cercanos despidieron a la pareja cuando se marcharon en un modesto Renault Clio plateado después de la ceremonia, según el Daily Mail. Y esta noche la pareja celebrará una fiesta durante la cena que darán para aproximadamente 50 invitados.

Además, es muy probable que a su regreso a Gran Bretaña la pareja celebre una segunda fiesta.