Julio Anguita, El Califa Rojo que defendía los acuerdos puntuales a los grandes pactos políticos

Se mostró optimista con un futuro mejor tras el coronavirus
Bajo su liderazgo, Izquierda Unida alcanzó sus mayores cotas electorales
Mostró su apoyo público a Pablo Iglesias
Su última aparición pública fue en el programa de Cuatro 'Todo es Mentira'. Anguita se mostraba optimista con un futuro mejor tras el coronavirus. Maestro de escuela, nacido en Fuengirola, Málaga, hace 78 años en la familia de un modesto brigada. En 1979 se convirtió en alcalde de Córdoba, el primer regidor comunista de una capital de provincia tras la Guerra Civil. Su popularidad y su barba le valieron el sobrenombre de 'El Califa Rojo'.
Bajo su liderazgo como secretario general del partido comunista y coordinador general, Izquierda Unida alcanzó sus mayores cotas electorales con más de 2 millones de votos en las generales 1993 y 1996. De su época de parlamentario se le conoce por el acoso al Gobierno de Felipe González con el apoyo de Aznar, lo que se conoció como la pinza y que él siempre negó. Defendió siempre los acuerdos puntuales a los grandes pactos y la defensa de su conocida frase "programa, programa, programa"
- Julio Anguita habló de las medidas de futuro en torno a la crisis del coronavirus en su última entrevista
- Muere Julio Anguita a los 78 años en Córdoba: llevaba una semana ingresado tras sufrir una parada cardíaca
- Julio Anguita, en estado crítico en el hospital Reina Sofía de Córdoba tras sufrir un problema cardiaco
Delicado del corazón abandonó la primera línea política tras su tercer infarto. Todavía tendría que sufrir un doloroso golpe, la pérdida de su hijo, el periodista Julio Anguita Parrado, mientras cubría la guerra de Irak en 2003.
Volvió a los mítines para apoyar a Pablo Iglesias a pesar de que Podemos había acabado comiéndose a su partido. Al final de su vida, el hombre que renunció a pensión de exdiputado, que se jactaba de tener apenas un ordenador y un Seat León, regresó a ser maestro de instituto a su querida Córdoba. Donde a los 66 se volvió a casar y donde ha vivido hasta ahora alternando sus clases con las tareas de conferenciante y la escritura de sus memorias.
