Diez días contra diez años: por qué España no puede construir un hospital tan rápido como China

  • Primera diferencia: los hospitales de Wuhan son muy sencillos

  • "Son hospitales para un tipo de paciente y una patología determinada"

Dos hombres con mascarilla han firmado este domingo la entrega del primer hospital dedicado al coronavirus. El hospital está en Wuhan, tiene 34.000 metros cuadrados, cerca de mil camas y lo han hecho en diez días. El miércoles abre el segundo hospital con otras 1.500 camas, que se ha construido igual de rápido. ¿Sería posible algo así aquí? ¿Cuanto se tarda en construir un hospital en España?

"Desde que se tiene la idea de planificar un nuevo hospital en España hasta que este está en funcionamiento pueden pasar diez años", señala Carlos Fedez, de la Comisión Ingeniería Médica del Colegio de Ingenieros. Diez años contra diez días. El titular es llamativo, pero detrás de esa frase hay muchos matices. El primero, que los hospitales de Wuhan son muy sencillos.

"Es un hospital destinado solamente a un tipo de paciente y una patología determinada, que tendrá un principio y un final", señala Fedez. Por eso se pueden construir en módulos, un sistema que en China utilizan para otras muchas construcciones ultrarrápidas.

Por ejemplo, un edificio de 15 pisos que aseguran que se hizo en seis días, o este de 30 plantas, que se puso en pie en dos semanas. Los puentes los construyen con este artefacto, el lanzador de vigas, que permite colocar las piezas a una velocidad asombrosa. Toda esa tecnología se usa también en España, pero las obras duran mucho más por la normativa.

En España "se requiere una serie de pruebas que llevan mucho tiempo"

"Tanto el control de calidad como el control de seguridad, la seguridad ambiental, eléctrica, contra incendios... se deben cumplir unas estrictas normativas y esto requiere una serie de pruebas que llevan mucho tiempo", explica Fedez.

El gobierno chino tiene otra ventaja: muchos medios y mano de obra muy barata. Un buen ejemplo es la obra en una estación china. A las siete de la tarde cerró y 1.500 trabajadores se pusieron a cambiar las vías coordinados. Antes de las dos de la mañana ya circulaba el primer tren. Un puente que se quería demoler se vio rodeado al anochecer de 100 excavadoras. Por la mañana, sólo quedaban los restos.

Los obreros trabajan además bajo la vigilancia de millones de ojos. La televisión china ha emitido en directo la construcción de los hospitales como si fuera un reality show. Hay chats donde los usuarios votan qué excavadora creen que está trabajando mejor. En plena crisis del virus nada escapa a la vigilancia de las autoridades chinas.