“España está dispuesta a organizar la final de la Copa Libertadores entre el Boca Juniors y el River Plate. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los servicios implicados, con amplia experiencia en dispositivos de este tipo, trabajan ya en el despliegue necesario para garantizar la seguridad del evento”, ha dicho Pedro Sánchez en Twitter.
La medida no está exenta de polémica y, en efecto, de celebrarse en el Santiago Bernabéu, obligará a un amplio despliegue para un partido catalogado como de alto riesgo, máxime habida cuenta de los precedentes que obligaron a que el partido llegase a aplazarse sin fecha determinada hasta hoy: la violencia registrada a la entrada del estadio de River Plate, con lanzamiento de piedras y otros objetos contundentes al autobús del equipo rival, llegando a herir incluso a los jugadores.
Tras numerosas divagaciones, finalmente el 9 de diciembre a las 20.30 el partido se celebrará en el Santiago Bernabéu; una fecha que, además, se emplaza en el final de una semana con puente de por medio y con las Navidades ya a la vuelta de la esquina, por lo que se espera que la capital esté a rebosar.
Por su parte, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, ha garantizado que en el caso de celebrarse en la capital se hará con todas las garantías de seguridad. Además, ha añadido que Madrid está acostumbrado a celebrar este tipo de eventos y ha recordado que Madrid acoge el año que viene la final de la Champions League.