La historia de Mateo conmovía a miles de españoles en las redes sociales hace unos días. Su familia hizo un llamamiento masivo en Internet para que la gente fuese a donar médula.
“Para salvar la vida de mi hijo Mateo y el resto de Mateos de España”, explicaba el padre.
La Organización Nacional de Trasplantes aplaude este tipo de movilizaciones, pero avisa de que estas llamadas masivas dirigidas a una persona concreta por desgracia no suelen ser efectivas.
“Todo lo que sea hablar de médula y hacer la difusión para que haya más donantes de médula es una cosa positiva, pero lo que ocurre es que todos los pacientes y todos los ciudadanos tienen que entender que el encontrar un donante para ellos no depende de movilizarse”, aclaraba el doctor Gregorio Garrido, jefe de Servicios Médicos de la Organización Nacional de Trasplantes.
Existe un registro internacional con más de 22 millones de donantes de médula potenciales, y campañas como estas recaudan muy pocos en comparación.
“La probabilidad de que en esos pocos se consiga un donante para esta persona o para otra es prácticamente anecdótico”, recalcó.
España se ha propuesto el objetivo de alcanzar los 200.000 donantes, pero por ahora solo llevamos la mitad. Tanto la familia de Mateo como las instituciones coinciden en una cosa: es necesario donar más.