El detenido por la muerte de Marta Calvo insiste en la muerte accidental y en que la descuartizó por miedo

  • Confiesa que la muerte de la joven fue accidental

  • "Soy yo el que estáis buscando", dijo al entrar en comisaría

La Guardia Civil apurará las 72 horas antes de llevar ante el juez al detenido por el caso Marta Calvo, Jorge Ignacio Palma. Él asegura que la muerte fue accidental, se asustó, la descuartizó y esparció su cuerpo en varios contenedores. Cuando entró en la comandancia dijo “soy yo el que estáis buscando”. Lo primero que pidió a los investigadores fue hablar con su madre.

Jorge Ignacio Palma estuvo cinco horas declarando con su abogado tras entregarse ayer. De madrugada se había presentado voluntariamente en el cuartel de Carcaixent. “Soy el que estabais buscando”, fue lo que dijo a los agentes al entrar en la comandancia. Asumió el crimen y dijo que él había matado a Marta Calvo pero no explicó cómo. El delegado del Gobierno daba su versión, que “se trabaja en la hipótesis de una agresión violenta con resultado de muerte”.

Jorge les dijo que había descuartizado el cadáver y arrojado en bolsas de basura por varios contenedores. Casi un mes después tuvieron que ir a la planta de reciclaje y paralizar la actividad hasta constatar que de ser verdad la versión del detenido, el cadáver habría sido hallado.

Los investigadores tienen dudas y sospechan que si esconde el paradero del cuerpo es porque el crimen puede haber sido violento y no sobrevenido. Sus primeras hipóstesis apuntaban a que podía ser un homicidio u otra denegación de auxilio parecida a la que protagonizó el detenido, meses antes con una prostituta fallecida por sobre dosis tras pasar la noche con él.

Jorge fue sospechoso desde el principio por la ubicación del teléfono de Marta, que les llevó a su casa, que había limpiado antes de huir. Se deshizo de su coche y de su teléfono.

El detenido se fugó pero nunca llegó a salir de España. La Guardia civil lo sabía y por eso no se llegó a dictar orden de detención. Se trabajó con el entorno familiar y el detonante pudo ser la toma de declaración a la madre de Jorge, horas antes de que se entregara. Lo primero que pidió tras confesar el crimen fue hablar con ella.