El jueza señala al padre por el crimen de Cáseda y deja en libertad a sus hijos

La separación de los hijos de ambas familias originó el tiroteo de Cáseda, en Navarra
Noticias Cuatro / Agencias
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El jefe de Policía Foral, Torcuato Muñoz, ha afirmado que la investigación por la muerte de tres miembros de una misma familia está "muy bien encaminada" y ha explicado que "debido a la prontitud" con la que fueron detenidos los presuntos autores, "todas las huellas, vestigios y pruebas están ahí", por lo que no cree que "sea complicado el tema de la investigación".

En todo caso, ha declinado ofrecer detalles, dado que la investigación está "judicializada" y ha optado por "guardar la más absoluta reserva". "Es un tema dantesco que ha creado mucha alarma social pero desde el punto de vista de la investigación no debería ser muy complicado", ha indicado, a preguntas de los periodistas.

Además, ha explicado que en Cáseda hay "una calma tensa", por lo que se mantiene un dispositivo conjunto de Policía Foral y Guardia Civil. "Estamos viendo el nivel de tensión que hay y espero que en los próximos días lo podamos ir rebajando. Todavía está establecido el dispositivo y habrá que estar atento en los meses venideros", ha indicado. Torcuato Muñoz sí ha informado de que, según la información de la que dispone, los familiares de los detenidos, vecinos de Muniáin de la Solana, no se encuentran en Navarra.

Lo que dice el juez

En el auto en el que decreta el ingreso en prisión del padre, el juez señala que al acusado "se le relaciona directamente por testigos presenciales de los hechos e incluso por él mismo mediante manifestación espontánea tras ser detenido, como el responsable de haber dado muerte mediante cuatro disparos de escopeta a los tres fallecidos". Esa es la clave para considerarle autor de los hechos. El auto destaca que "se desconoce por el momento, con una rotundidad que permita atribuir unos indicios racionales de criminalidad serios, la participación concreta" de los otros dos detenidos,

El juez justifica el ingreso en prisión del detenido ante "la gravedad de los hechos que se están investigando, un triple homicidio o asesinato" que "cuando menos puede llevar aparejada la imposición de una pena de entidad relevante, como puede ser la prisión permanente revisable".

Riesgo de fuga evidente y posibilidad de reincidencia

El juez comparte la visión del Ministerio Público sobre "un evidente riesgo de fuga" del acusado "a la vista de la gravedad de la pena" y que, en caso de no decretarse la prisión preventiva, "se podrían ocultar o destruir elementos de prueba relevantes para la causa, toda vez que existen diligencias por practicar o testigos por declarar a quienes se les podría influir en su testimonio". Además, considera que "en caso de quedar en libertad, podría tratar de arremeter de nuevo" contra la familia de los fallecidos.

Añade el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Aoiz que el riesgo de fuga del investigado se revela "no sólo en la gravedad de la pena, sino por el hecho consumado de que una vez perpetrado el crimen, ya salió huyendo y tan sólo al ser interceptado por la Policía Foral fue cuando depuso su actitud de escapar".

Riesgo de ocultación de pruebas

En el mismo sentido, argumenta que "el riesgo de ocultación o alteración de pruebas se denota en que nos encontramos en una fase embrionaria de investigación y a pesar de contarse con un importante número de avances, merced a la meritada labor de la Guardia Civil y Policía Foral, no es menos cierto que aún resta un dilatado número de diligencias por practicar para el esclarecimiento de los hechos y el descubrimiento de la participación concreta de todos los investigados".

"En la misma línea, el riesgo de manipulación de pruebas está también presente al existir un evidente temor en los testigos presenciales de los hechos para prestar declaración quienes, a pesar de garantizárseles su integridad física adecuadamente como testigos protegidos, en su caso, el riesgo de influencia sobre los mismos tan sólo puede hacerse efectivos con el investigado en prisión", alude el juez.

Finalmente, señala que el riesgo de reiteración delictiva "también concurre, pues consta indiciariamente acreditado que el investigado, antes de la perpetración del triple crimen, mantuvo conversaciones con el hijo y hermano de las víctimas, en las cuales amenazó tanto a él como a su círculo familiar más próximo, acudió a Cáseda, armado y preparado para entrar en un enfrentamiento abierto y violento". A su juicio, "visto el resultado del fallecimiento de tres miembros de la familia, nada hace pensar que no fuera capaz de materializar sus amenazas, en caso de quedar en libertad".