El hombre que confesó haber asesinado a Laula Luelmo en El Capillo (Huelva), ha reconocido ante los agentes que llevan el caso de la joven maestra que golpeó a la víctima, propinándole una paliza, y la agredió sexualmente en su propio domicilio.
Estas declaraciones contradicen así el primer testimonio del detenido, que aseguraba que, pese a haber intentado violar a la joven cuando esta estaba inconsciente, no pudo hacerlo. Las últimas investigaciones, también desmontarían la versión del asesino de que el golpe que le propinó a Laura que contra el maletero de su coche.
Agentes de la Guardia Civil hallaron restos de sangre en la vivienda del interrogado que procederían de los fuertes golpes que propinó a la maestra antes de morir.
Según ha informa este martes Cruz Morcillo en 'El Programa de Ana Rosa', los investigadores también han descubierto que los móviles de Montoya y Laura los ubican en la casa del autor del crimen durante las horas en las que estuvo desaparecida la profesora.
Montoya también ha admitido que "se encaprichó" de Laura en cuanto la vio, lo que indicaría que el arrestado estuvo esperando a la joven en la puerta de su casa el día de su desaparición.