Tras una evaluación ginecológica, los médicos reportaron que la hija que esperaba la mujer Mónica Vega alojaba en su interior al segundo bebé que estaba esperando, tal y como informa el portal web La República. Este bebé sería el hermano gemelo de la niña. Los médicos identificaron dos cordones umbilicales, uno perteneciente a ella y otro conectado al bebé que lleva dentro, que estaba igualmente rodeado de líquido amniótico.
Los doctores han indicado que este fenómeno tiene el nombre de 'gemelo parásito' o fetus in fetu, que suele acontecer en uno de cada 1.000.000 nacimientos en el mundo.
Esto alarmó a los doctores encargados del parto, por lo cual se procedió a adelantar la fecha del mismo. La situación era complicada para este gemelo parásito, informó el cirujano fetal Miguel Parra. El especialista indicó que no podía esperar a la semana 40 para el nacimiento pues el feto, que no disponía de corazón y cerebro, emplazado en su interior, podría dañar su cuerpo. "Absorbe la comida directamente del corazón de su hermana", señaló Miguel Parra.
Después de la operación, nació con éxito la joven Itzamara, nombre que pusieron al bebé de Mónica. 24 horas después de nacer, la bebé tuvo que ser sometida a una cesárea para que el cuerpo del gemelo que crecía en su interior no afectara a los demás órganos. La operación resultó exitosa.