Si, la semana pasada, Rocío Cano narraba una agresión que, tanto ella como su cámara, sufrieron en la ciudad de Lleida (les tiraron hasta sillas por la tensión de la vuelta de la región al confinamiento), hoy, otro reportero ha sido increpado y amenazado. Alejandro Rodríguez y su cámara se encontraban en Fuenlabrada investigando sobre la okupación de una nave (que lleva okupada un mes) en la que sus nuevos habitantes han habilitado una piscina sin ninguna medida de seguridad.
Cuando Joaquín Prat ha conectado con él en directo, Alejandro ha explicado que, 20 minutos antes, los okupas les han amenazado con palos y les han acusado de entrar en su propiedad, cosa que el reportero asegura que no ha ocurrido. Por miedo, el equipo de CAD ha llamado a la policía, que les ha custodiado durante el resto de la conexión. Por detrás, se oía a los okupas de la nave pidiendo que no les grabaran, eso sí, estando en la calle.