Un grupo de jubilados venden sus casas y construyen su propia residencia

  • la residencia cuenta con los servicios de gimnasio y baños termales o biblioteca entre otros

Un grupo de jubilados que vivían en Madrid decidió cambiar de vida hace cinco años: vendieron sus casas e invirtieron para poder construirse la residencia soñada por todos. Baños termales, biblioteca o gimnasio son algunos de los servicios que esta cooperativa tiene.

Situada en Torremocha del Jarama, un municipio madrileño que se encuentra en plena sierra, la residencia está rodeada por un paraje natural, nada que ver con las vistas al asfalto que tenían anteriormente. Para poder llevar a cabo la construcción, cada socio ha tenido que poner 145.000 euros; "Incluso pidiendo créditos nos ha salido a ganar", contaba uno de los fundadores de la cooperativa.

En caso de muerte o abandono de la cooperativa de alguno de los socios, el nuevo socio tendría que ingresar los 145.000 euros iniciales que ingresó el antiguo devolviéndole la cantidad invertida, de ese modo nadie perdería dinero por abandonar la estancia. Miguel, socio fundador de la cooperativa, ha contado que entre él y su mujer los gastos solo ascienden a 1.300 euros mensuales cubriendo todos los servicios, incluyendo lavandería, limpieza y comida mensual.