Es sólo un ejemplo de la tensión que se vive en Crimea. Trescientos soldados ucranianos marchan desarmados, quieren recuperar su cuartel, horas antes tuvieron que entregarselo a los rusos, que los reciben con disparos disuasorios. Son los primeros tiros en la invasión de Crimea que no consiguen su objetivo. Los ucranianos siguen avanzando. mientras los militares rusos amenazan con dispararles a las piernas. Discuten a gritos y al final los ucranianos dan media vuelta y se van. Pero Vladimir Putin niega la evidencia, dice que los soldados no pertenecen al ejército ruso, que cualquiera puede comprarse un uniforme así. Ni Rusia se ha desplegado en Crimea, dice, ni tiene intención de anexionarsela, aunque advierte que se reserva el derecho de utilizar la fuerza para proteger a los civiles prorrusos de la península. Es la propaganda del Kremlin en una crisis que puede estallar en cualquier momento si la diplomacia no logra evitarlo.